A veces el comienzo de la lactancia no es como una lo había planeado; surgen dificultades y situaciones inesperadas que toca ir resolviendo.
Así que empecemos:La primera decisión: materna o artificial no fue una decisión. Lo tuve claro siempre; no concebía otra posibilidad que no fuera la lactancia materna. Me lo pedía el cuerpo con toda la intensidad.
Lo único que me prometí fue no llevar demasiado lejos el tema si había complicaciones.
Y mira por donde, las hubo pero no del tipo que yo tenía en mente, grietas en el pezón o bebé que no succiona, o que no se llena o...
Lo que pasó fue que a mi niña le tocó pelear desde el principio y estuvo ingresada en neonatología
(tema para otro día: cuando las cosas no salen como una espera), así que mi primer estímulo en el pecho fue el de un sacaleches.
De la nebulosa de aquellos días y del dolor de no tener a mi pequeña conmigo, recuerdo también la fuerza con la queme agarré a la idea de que no podía renunciar tan pronto a la lactancia.
Así que me empeñé con aquel maldito cacharro hasta que salió la primera gotita de calostro. Yo iba entregando mi pequeña producción para que la bajaran a neonatos con la idea clave de que cada gota cuenta. Le daban la leche en biberon y temí que se acostumbrara a la tetina y como requiere menor esfuerzo de succión, terminara por rechazar el pecho.
Pero para nada.
En los meses de embarazo había leído muchísimo sobre las mejores posturas para ponerle al pecho, como acomardarse.. en fín, de todo. Pero cuando me la dieron por primera vez no tuve que hacer nada. Ella se agarró y yo la estreché, la olí, lloré pero no tuve que hacer nada; fue un momento precioso,así, de mamífero a mamífero. Por cierto, aquel día era mi cumpleaños.
Aún se quedó ingresada y a mí me tocó volver a casa y estar unos días más sacando la leche (incluídas las noches con el despertador), yendo al hospital a darle el pecho y asumiendo que las cosas eran así, pero pasó, lo pasamos juntitos los tres.
El caso es que no empecé la lactancia como hubiera deseado ( o quizá fue por eso mismo, no lo sé) pero a pesar del susto y del tremendo cansancio, de una grieta, de las opiniones sobre "le toca o no le toca aún", de acabar algún día comiendo a las cinco de la tarde porque se juntan las tomas...a pesar de estos pequeños, diminutos, pesares no cambiaría para nada de decisión.
Al revés, me parece que he tenido una una suerte tremenda al haber podido disfrutar de la lactancia.
También creo que si no hubiera podido hacerlo, habría trabajado el tema para que no me doliera demasiado. Si no se puede, no se puede.
Sugerencias para el comienzo
- Aunque no puedas ponerle al pecho al principio, no hace falta renunciar . Estimula, estimula, estimula... ( y llora, llora, llora si quieres, que te lo habrás ganado) pero no desistas si tu idea era darle el pecho.- El comienzo es cansado (feliz y poderoso pero también cansado) pero enseguida pasas a otra fase. Es como todo, de repente has hecho el rodaje y las cosas son más fáciles.
Al principio es todo más complicado: me pilla en la calle y hace frío ( o hace sol) , no veo un banco donde sentarme a darle ( o peor, ¡sé que no hay cerca un banco donde sentarme a darle!) pero pronto tienes un ojo-teta con el que resolver cualquier incidencia.
Bromas a parte, si por algún motivo se hace dura esta primera etapa, merece la pena darle un poco de tiempo porque las cosas suelen cambiar.
- Sigue tu instinto. Es que es un acto instintivo.
-Importante: a demanda es a demanda. O sea que no es a demanda pero le toca o no le toca. A veces pasan horas y otras minutos entre toma y toma. A veces toman un pecho nada más y otras los dos. A veces eructa y otras no.
Es mejor olvidarse, pero de verdad, del reloj y librarse para ser todo lo flexible que puedas y un poco más.
- Los bebes son unas criaturas increibles y ellos saben mejor que una como funciona el tema. Hay que dejarles hacer y entonces verás que incluso eligen de qué pecho tomar. Insisto, son criaturas increibles y muy sabias. Respétales.
Para conocer mejor el tema:
Experto.: El pediatra Carlos González. Si tuviera que recomendar a uno, sería él sin dudarlo. Es muy bueno y motiva a la par que tranquiliza.
Lectura para la mesilla: Un regalo para toda la vida: guía de la lactancia materna; Carlos González
2 comentarios:
Me ha encantado descubrir tu blog gracias al MM. Me he sentido tan identificada con todo todito lo que cuentas! Y estoy tan contenta de que siguieras casandote leche y no desistieras, y de que tu hija te hiciera el mejor regalo de cumpleaños que seguro has recibido en tu vida! Ole!!! Te pongo en mi blogroll que no me quiero perder nada!
Muchísimas gracias por tu comentario..aún me emociono al pensar en aquellos días. Fue dificil pero un año después sigo con el pecho.
Un beso
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