Pasos para no desesperar ...... ( y terminar alguna vez)
Ayer dejé a mi niña por unas horas, además de las que le dejo para ir a trabajar, arrepintiéndome todos los días de la hipoteca que tengo que pagar.
Me despedí de ella, ya que no me gusta eso de irte sin que se den cuenta; para empezar, me parece de mala educación y con tu gente no se hace. También creo que hace que se sientan más inseguros cuando aprenden que a veces "desapareces" en cuanto se despistan... no me va.
A lo que iba, que me despedí y me fui con mi hombre, mi cansancio de viernes y otra vez las uñas rojas.
Se celebraba el acto de apertura del curso 12-13 de la
UNED y entregaban un diploma a los licenciados el curso anterior.
¡Orgullo puro sobre los tacones que fueron pisando fuerte a recoger el diploma y estrechar más fuerte aún la mano del vice rector!
Estudiar una carrera a distancia ha supuesto un gran reto sostenido, compaginándolo con el resto de mi vida, tema a tema, examen a examen; desenmascarando asignaturas malas, libros brillantes, profesoras amargadas y lecciones magistrales.
En este tiempo he estado muchas a punto de
tirar la toalla pero siempre ganaba la otra parte y decidía seguir, aunque fuera por no abandonar en un momento de flaqueza. Y una vez pasaba el mal momento, ya se sabe: llegaba el bueno y la satisfacción de alcanzar metas era mucho mayor que los momentos desesperantes.
He de reconocer en este punto el apoyo moral, logístico y total de mi hombre. No siempre nos podemos autoabastecer de motivación y ahí "nuestra gente" es clave.
¡Hay que saber dejarse caer de vez en cuando!
Pero además, abrir ese espacio al
conocimiento, exponer al cerebro a estímulos distintos de los que forman tu día a día, probar otros enfoques te abre la mente. Y ya sólo por eso, merece la pena.
Y ya, si te pones a prueba y ganas... no tiene precio.
COSAS QUE AYUDAN
- Hay que estudiar. En serio, tienes que sentarte y estudiar. No basta con decir que tienes que hacerlo, antes o después vas a tener que hacerlo. Luego, es mejor asumirlo, sentar el culo en la silla y no levantarlo en todo el rato que hayas planificado.
Repito, sentarse a estudiar no es lo mismo que sentarse y levantarse veinte veces: a por agua, a responder al teléfono, buscar "ese" bolígrafo negro y de paso ordenar el cajón, beber más agua, ir al baño, depilarte una ceja y hacer algo elaborado para merendar.
El balance son horas perdidas y una sensación de que "no sé qué me pasa, que no me concentro hoy..."
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Concentrarse es como llevar agua a hervir; si cada vez que coge temperatura retiras el cazo del fuego,puedes pasar todas las horas que quieras, que no hervirá nunca.
Es mejor, dedicarle a full el rato, mucho o poco, que hayas planificado y
disfrutar del resto.
- Respetar también los " días en rojo". Hay que saber marcarse días de fiesta y no hacer nada.
Es necesario saber parar y
afilar el hacha; si no paras tú, el bajo rendimiento parará por tí.
- Mejor
planificar a largo plazo. EL tiempo pasa demasiado rápido y para cuando coges un buen ritmo de estudio tienes demasiado cerca los exámenes. Dos meses no son nada cuando no te dedicas a estudiar a jornada completa.
- Recomendable dejar
margen para los imprevistos porque los va a haber ( aunque se les llame imprevistos).
- Ser
metódico da garantías. Hay muchas técnicas de estudio válidas. Busca,compara y pon la tuya en práctica.
- En pleno siglo XXI hay
tecnología de sobra para hacerte la vida más fácil. También la de estudiante.
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Tómarselo como un juego redimensiona los problemas. No es un milagro. No va a hacer más comprensible ese texto denso que se te ha atravesado, ni va a cambiar un suspenso pero le quita hierro al asunto.
Aunque suene raro ¡diviértete! todo lo que puedas.
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Hay que darse homenajes con cada logro. Da para muhos caprichos y siempre es un gustazo.
Lo dejo por hoy. Mi satisfacción y yo nos vamos a la cama a ocuparla toda.
¡Buenas y felices noches!