viernes, 17 de mayo de 2013

Canciones juntos, recuerdos, beneficios



 Canciones para escuchar juntos, tararear, cantar convencidos y ver cómo terminan cantándolas ellos.

Ya hace unos meses que con las entradas de  Caramelos para la mesilla se pueden escuchar piezas de música, llamada normalmente clásica y tocadas por buenos intérpretes.

El motivo es doble, compartir obras maestras que alguna vez han removido algo, arrancado un suspiro o alegrado el corazón. Obras geniales y punto.
Pero sobre todo, se trata del deseo de compartir de esta manera los beneficios de la música, sus efectos en el desarrollo del cerebro, la personalidad y el corazón de los niños.

La música tiene un efecto poderoso, y demostrado, en el desarrollo de las personas. Diríamos que por muchos motivos, contribuye a formar a personas de gran calidad humana. Y eso no se debería ignorar sin más.
Algunas de las evidencias de su efecto:
  • Aumento en la capacidad de memoria, atención y concentración de los niños.
  • Mejora la habilidad para resolver problemas matemáticos y de razonamiento complejos.
  • Introduce a los niños a los sonidos y significados de las palabras y fortalece el aprendizaje.
  • Brinda la oportunidad para que los niños interactuen entre sí y con los adultos.
  • Estimula la creatividad y la imaginación infantil.
  • Al combinarse con el baile, estimula los sentidos, el equilibrio, y el desarrollo muscular.
  • Provoca la evocación de recuerdos e imágenes con lo cual se enriquece el intelecto.
  • Estimula el desarrollo integral del niño, al actuar sobre todas las áreas del desarrollo

Convencida de que la música que cantamos como  padres produce un efecto especial en los bebés,  se amplía la categoría de música con  canciones que podamos primero disfrutar escuchando juntos, y luego tararear a nuestros pequeños hasta llegar a escucharles a ellos cantarlas.

Un paso más, un avance en el camino, una nueva posibilidad de ofrecerles joyitas que un día les despertarán mil emociones al evocar los momentos en que se las cantaba su mamá o su papá.
Esos recuerdos no tienen precio, no se pueden comprar, ni tienen sustitutivos.

Que disfruteís del camino, de los pasos, de la huella.





    Duerme Negrito, por Mercedes Sosa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que me gusta y que fan soy de la música para bebés, yo le pongo siempre, la llevo al grupo de música con otros bebes y cantamos mucho mucho en casa :)

Y creo mucho en que favorece su desarrollo. Cuando se despierte de la siesta y la tenga un ratín aquí le pongo el vídeo que has subido!! Un besote grande ^^

Unknown dijo...

Qué suerte tu niña, con una mamá cantarina y que le lleva a hacer música con otros bebés. Es tremendo. Genial!! A mí me deja con la boca abierta mi pequeña con sus proezas musicales. Besos!