martes, 14 de mayo de 2013

Saber soltar






Hace unos días  tuve la suerte  escuchar la charla que ofreció un pensador y psicopedagogo, Francesco Tonucci. Dibujante también y fundador del proyecto La ciudad de los niños.  

Es una de esas personas de las que no hace falta conocer su trayectoria, ni su curriculum para saber que es muy bueno.
Es ese tipo de sabio que inspira con cada palabra y a quien estarías muchas horas escuchando, tratando de interiorizar pedazos de sabiduría y queriendo llevártelo a tu sala un par de semanas para ir poniendo cimientos.



Escuché con ojos de madre y de todas las cosas valiosas que me llevé, me di cuenta de lo difícil que resulta llevar a la práctica el tema de la autonomía,  saber soltar, dejar hacer, confiar en su capacidad para asumir riesgos ...
Todo muy coherente hasta que en lugar de los niños, en genérico, te sitúas ante la autonomía de TU niño, ( mi bombón, mi chiquitona preciosa, mi pumuki rebelde...) y a todos esos sobrenombres fruto del amor loco este, les pones  "autonomía" de apellido.
En mi caso supone hay que ir haciendo trabajo personal para saber empezar a tiempo, no dejarme paralizar por el ritmo de vértigo al que pasan los días, por el miedo a que le pase algo, por pequeño que sea. Saber soltar con buen ojo, con criterio, a tiempo y en su justa medida.


Os dejo algunas de las frases que hicieron de catalizador  
Sobre el juego:
El juego es la experiencia más importante en la vida de un hombre y de una mujer. Base sobre la que se construyen los cimientos. Antes de entrar por primera vez en una escuela.

Para jugar bien hay que tener pocos juguetes y mucho tiempo y amigos.
Un poseedor de juguetes no es un jugador.
Acompañarles a nuestros hijos al parque no es jugar. 
 "Los niños tienen derecho a jugar" (Convención de los Derechos del niño). Pueden jugar donde quieran, con lo que quieran y como quieran mientras son niños.


Sacar a los niños de sus casas: 
 
Los niños que no salen de casa no pueden tener amigos desconocidos ( que no sean los hijos de nuestros amigos, familiares o compañeros de la escuela).Y no pueden por lo tanto desarrollar estrategias para conocer, evaluar, decidir.
No se pueden conocer tampoco niños de edades diferentes y sin adultos alrededor. Tampoco pueden vivir la experiencia del riesgo, ni aprender a enfrentarlo.
El riesgo es un componente esencial del placer y si hay un adulto presente el riesgo no es posible.

Sobre el control:
 
Si los adultos controlan todo se produce una acumulación de deseo, de necesidad de transgresión que va creciendo y tiende a explotar en la adolescencia cuando por fín se les da un poco de espacio autónomo.

Hay un conflicto nuevo hoy en día: entre los niños y sus propios padres.
Los niños piden mayor libertad, más autonomía y los padres piden control, vigilancia y seguridad.
Hay que tomar parte y elegir con quién estamos. Si estamos con los niños no estamos contra los padres, sino que ganamos todos. Lo contrario no es cierto.

Hay que devolverles la autonomía de movimiento.


Sobre la competencia:
 
Los niños son competentes. Sus primeros años son muy ricos y saben expresarse si nosotros somos capaces de escucharles.
Los niños tienen derecho a expresar su opinión cada vez que se toman decisiones que les afectan. (Convención de los Derechos del niño)
Esta convención fue aprobadda en 1989 en la ONU , lo cual significa que fue aprobada en uno de los lugares más representativos del planeta. Todos los países del mundo supone que todos los adultos del mundo lo prometieron. 

Para terminar:

Hay que saber ayudarles desde lejos.

Y si no se sabe... ¡se aprende!




5 comentarios:

Anónimo dijo...

Uff... ¿Qué complicado, no? Yo aun que voy a decir con siete meses, pero supongo que tendemos a ser controladoras por naturaleza, por protección. Pero qué razon con darle tanta importancia al juego. Voy a mirar con más detalle la ciudad de los niños :)

Avencia dijo...

Que interesante! La educación de los hijos me parece cada vez más complicada y cuanto más aprendo más sensación tengo de que me queda todo por aprender. Gracias por compartir esta información!

Unknown dijo...

¡Qué interesante! Desde luego habría que cambiar muchas cosas de las ciudades, tan poco amigas de los niños. Entraré en el enlace. Gracias por la info.

Unknown dijo...

Yo a veces pienso que es complicada porque las circunstancias ( trabajo, presiones, ambiente) lo hacen así.
Porque a la hora de la verdad sacamos todas una garra de mamá que es puro instinto y si nos mantenemos conectadas a eso, todo rueda solo...

Y sí, jugar y jugar y jugar...
Besos

Unknown dijo...

La verdad es que es muy interesante el proyecto de la Ciudad de los niños.. necesitamos más movimientos así.