Un poco de ARTE en forma de música para tener siempre a mano.
Aunque tu estilo sea otro no importa, siempre hay una excusa para probar otra cosas, para dejarse llevar un momento.
Sin complejos, sin ponerse muy seria, por qué no disfrutar de Mozart, por ejemplo, en el desayuno. No hace falta sacar las gafas de intelectual para conmoverse con el arte.
Poner la música en bandeja a tu pequeño o pequeña es uno de los mejores regalos que le puedes hacer.
Valen muchos estilos pero las obras maestras y los grandes interprétes son un auténtico lujo al alcance de todos.
Los beneficios; fuera de toda duda.
Caramelo de hoy :Mozart, Concierto para piano nª 21, Andante , por Murray Perahia
Si bien se escuchan aquí siempre piezas breves, de manera que podamos escucharlas con nuestros pequeños mientras captan su atención el mayor tiempo posible, también se puede poner sin problema todo el concierto.
Muchas veces la música acompañará, otras, nos detendremos a escuchar con más atención o con emoción y en algunos momentos, empezaremos a llevar el ritmo con manos, pies o ¡lo que sea!
No importa porque siempre está ahí, dispuesta a ser la banda sonora de buenos momentos y ejerciendo un efecto tremendamente postivo en su desarrollo; estimula su inteligencia y favorece la salud emocional.
Ahora, por fín, llega el momento de dejarse llevar.
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