Un poco de ARTE en forma de música para tener siempre a mano.
Aunque tu estilo sea otro no importa, siempre hay una excusa para probar otra cosas, para dejarse llevar un momento.
Sin complejos, sin ponerse muy seria, por qué no disfrutar de Verdi, por ejemplo, en el desayuno. No hace falta sacar las gafas de intelectual para conmoverse con el arte.
Poner la música en bandeja a nuestros hijos es uno de los mejores regalos que les podemos hacer.
Valen muchos estilos pero las obras maestras y los grandes interprétes son un auténtico lujo al alcance de todos.
Los beneficios; fuera de toda duda.
Caramelo de hoy : Giuseppe Verdi , Brindisi de la Traviata por los tres tenores.
Sigue el ritmo, da palmas, agárrale y baila, reid.
Seguro que después te descubres tarareándola más de una vez.
Seguro que cuando tu pequeño la escuche se acuerda de ese momento juntos y sonrie.
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